Una sala blanca modular es un entorno controlado independiente, construido con paredes de paneles sólidos y que ofrece una fácil movilidad o reconfiguración.
Una sala blanca modular es un entorno controlado en el que se filtran contaminantes como el polvo, los microbios transportados por el aire y las partículas de aerosol para proporcionar un área lo más limpia posible. Se utiliza normalmente en la fabricación o la investigación científica, que tiene un bajo nivel de contaminantes ambientales tales como polvo, microbios en el aire, partículas de aerosol y vapores químicos. Más exactamente, una sala limpia tiene un nivel controlado de contaiminación que se especifica por el número de partículas por metro cúbico a un tamaño de partícula concreto. Una sala limpia puede clasificarse en distintos niveles de contaminación en función de la cantidad de partículas permitidas en el espacio, por metro cúbico. Las salas blancas también controlan variables como la temperatura, el flujo de aire y la humedad.
Entonces, ¿cómo funciona una sala blanca? Básicamente, las salas blancas eliminan los contaminantes del aire exterior. El aire exterior circula primero hacia un sistema de filtrado. A continuación, los filtros (HEPA o ULPA) limpian y descontaminan este aire exterior de acuerdo con sus especificaciones. A continuación, el aire filtrado se introduce en la sala blanca. Además, el aire contaminado dentro de la sala limpia se expulsa fuera de la sala mediante registros, o se recircula de nuevo hacia los filtros, y el proceso se reinicia.