Las vitrinas de gases se utilizan principalmente en industrias con riesgos de contaminación química, biológica o por polvo. Su función principal es descargar los gases nocivos, proteger la seguridad de los operarios y mantener limpio el entorno experimental.

En la investigación científica y la educación, las campanas extractoras son esenciales para una amplia gama de procedimientos de laboratorio, protegiendo a los usuarios durante las manipulaciones químicas.
Laboratorios universitarios: Enseñanza de experimentos para carreras como química, biología y ciencias medioambientales, incluida la mezcla de reactivos y la digestión de muestras.
Institutos de investigación: Actividades como la síntesis avanzada de materiales, el desarrollo farmacéutico y el cultivo microbiano implican disolventes peligrosos o agentes tóxicos.
En las pruebas de alimentos, calidad del agua y suelos, el proceso implica el pretratamiento de muestras (como extracción y digestión) que genera gases nocivos.
2. Industrias farmacéutica y química
En los procesos de producción e investigación y desarrollo de este campo se genera continuamente una gran cantidad de gases nocivos, lo que exige una mayor resistencia a la corrosión y eficacia de escape de las campanas extractoras.
Empresas farmacéuticas: En la síntesis de fármacos, la producción de ingredientes farmacéuticos activos y la investigación y desarrollo de formulaciones, es necesario descargar los vapores orgánicos y las sustancias volátiles de los productos químicos intermedios.
Empresas químicas: Instalaciones de síntesis de química fina y nuevos materiales, manipulación de gases corrosivos y disolventes tóxicos como metanol y acetona.
Producción de plaguicidas: Investigación y desarrollo, y producción de insecticidas y herbicidas, para evitar que sustancias altamente tóxicas y muy volátiles pongan en peligro a los operarios.
3. Ámbitos médico y sanitario
Sirve principalmente para pruebas clínicas y operaciones relacionadas con la bioseguridad, y debe tener en cuenta las funciones anticorrosión y de protección biológica.
Laboratorio hospitalario: Análisis químicos y pruebas microbiológicas de muestras clínicas (sangre, orina) para evitar la difusión de aerosoles.
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades: Para las pruebas de enfermedades infecciosas y la investigación de virus (como el virus de la gripe y las pruebas COVID-19), se requieren campanas de extracción de bioseguridad.
Departamento de Patología: Fijación y tinción de muestras de tejidos, y eliminación de fijadores volátiles como el formaldehído y el xileno.
4. Industria electrónica y de semiconductores
En este campo, los requisitos de limpieza ambiental son extremadamente elevados. Las campanas extractoras deben cumplir simultáneamente los requisitos de prevención de la contaminación por gases de escape y polvo.
Fábrica de semiconductores: En los procesos de fotolitografía y grabado de la fabricación de chips, se vierten sustancias volátiles de la fotorresistencia y gases ácidos (como el fluoruro de hidrógeno).
Producción de componentes electrónicos: Fabricación de circuitos impresos, investigación y desarrollo de materiales electrónicos, manipulación de volátiles fundentes y vapores de metales pesados (como plomo y mercurio).
5. Otras industrias especiales
Industria alimentaria: Escenarios de investigación y desarrollo de aditivos alimentarios, laboratorios de ensayos microbiológicos o manipulación de desinfectantes alimentarios (como el peróxido de hidrógeno).
Industria metalúrgica y de materiales: Pruebas de corrosión de materiales metálicos, emisiones de gases tras la fundición a alta temperatura, como el tratamiento de polvo de óxido metálico, gases ácidos de prueba.
Industria de protección del medio ambiente: Experimentos a pequeña escala sobre procesos de tratamiento de gases residuales y aguas residuales, simulando la recogida de gases nocivos producidos durante la degradación de contaminantes.









